Por Gerardo Ibarra (*)
El turismo tiene la capacidad de reducir las brechas de desigualdad y promover un verdadero desarrollo sostenible. El alcance y capacidades del capital generado por el turismo también pueden generar una oferta de trabajo formal, promover el desarrollo de capacidades, la autonomía de familias y comunidades enteras y la inversión de recursos en conservación ambiental.
La pobreza es una situación transitoria más que un estigma inamovible. Entender la pobreza como un fenómeno que es producto de causas corregibles, nos permite atender el problema desde un ángulo más objetivo, alejándonos de juicios morales y atendiendo más a las causas y efectos del problema desde una visión sistémica.
El turismo debe de ser complemento a otras estrategias y acciones tanto privadas como gubernamentales en la búsqueda de solución a la pobreza y a sus efectos más inmediatos y urgentes:
“Entre las distintas manifestaciones de la pobreza figuran el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos. También se encuentran la discriminación y la exclusión social, que incluye la ausencia de la participación de los pobres en la adopción de decisiones”. (ONU, 2015)
Es importante, que quienes diseñamos, promovemos y operamos el turismo comencemos a colaborar directamente con las personas y comunidades en los destinos en los que trabajamos, promoviendo la toma de decisiones y la participación activa de los locales en todo el proceso para promover un verdadero desarrollo local. La inversión en un turismo más incluyente, promete una mayor oferta de servicios turísticos y una mayor profesionalización en el sector.
De acuerdo a la OMT. El turismo es la primera o segunda fuente de divisas para 20 de los 48 países menos desarrollados en el mundo, “En algunos países en desarrollo, especialmente los pequeños Estados insulares en desarrollo, el turismo puede aportar más del 25% del PIB. (UNWTO, 2016)
Además del potencial de desarrollo económico generado en los destinos, existen otros efectos positivos que puede generar el turismo en los destinos que se visitan.
El World Travel and Tourism Council (WTTC), publicó un paper en Febrero de 2021 titulado “Travel and tourism as catalyst for social impact” en el cuál, comparten cifras alentadoras sobre los efectos positivos que tiene el turismo en los destinos en especial en el contexto global de la crisis generada por la pandemia de Covid-19.
El documento hace referencia a la generación de ingresos para los destinos, pero además, detalla otros efectos positivos generados por el turismo como la equidad de género labora, la generación de riqueza en las comunidades, la generación de empleo y el fomento al emprendimiento local.
El turismo de Aventura, es un sector clave para el desarrollo económico de comunidades menos favorecidas y el Alivio a la pobreza. Tenemos que buscar nuevas formas de hacer turismo a través de la inclusión de criterios de sostenibilidad e impacto social en todas nuestras actividades, promover tratos justos e incluyentes y colaborar directamente con actores locales en el diseño y operación del turismo en el país.
El turismo encontrará nuevas formas de recuperarse y es nuestro trabajo el hacerlo de forma más justa y sostenible. Tenemos una gran deuda con nuestro planeta y nuestras comunidades, podemos generar mejores condiciones para todos, disfrutar de los destinos, su cultura y su naturaleza y hacer de turismo una herramienta para al desarrollo en nuestros países.
(*)Artículo y foto: https://atmex.org/