Por Mireya Diaz
En la comunidad wixárika/huichol, la unión espiritual de dos personas es conocida como “wirraritari”, vocablo compuesto por las voces wirrárrika y ukari wirrákita que significan hombre y mujer, respectivamente.
Este tipo de bodas se caracterizan por su sencillez y simbolismo; el enlace puede ser a la orilla del mar o en espacios donde la naturaleza es la principal invitada. En la actualidad, en Jalisco, es posible que una pareja se enlace de acuerdo a la tradición de esta cultura milenaria.
En Puerto Vallarta, para ser exactos, las wedding planners guían a las parejas con profesionalismo hacia el enlace de sus sueños, ofreciéndoles opciones de uniones alternativas como ceremonia wixárika, sin duda, una de las más auténticas. Todo claro, bajo estrictos protocolos de higiene y sanidad.
Para cumplir con el ritual wirraritari, los novios deben estar ataviados con indumentaria huichol, es decir, de manta blanca con bordados de flores, venados, astros; los hombres usan sombreros de palma con adornos de plumas o semillas de árbol, mientras que las mujeres portan vestido blanco de manta o lino.
La ceremonia inicia sosteniendo una ofrenda con maíz de 5 colores, posteriormente el marakame (sacerdote) realiza a los novios una limpia con copal, plumas de águila y halcón, acompañada de agua bendita mientras les da consejos para su vida en pareja, mencionando que de acuerdo a la tradición de sus comunidades, el hombre debe hacerse cargo de ir por la leña (es decir, trabajar) y la mujer debe cuidarlo (cocinarle).
Ya limpios espiritualmente, los recién casados unen sus manos y se dan un abrazo, se alimentan mutuamente, beben tejuino (una bebida hecha a base de maíz fermentado) y se acuestan sobre un petate.
Una vez unidos bajo este ritual, se realizan bailes al ritmo del tepo, tambor de madera con piel de venado y el cantador proclama a coro que así estarán juntos por siempre. Al terminar los cantos da inicio la celebración con los invitados, guardando la sana distancia.
Cabe destacar que dentro de la cultura wixárika los lugares sagrados son el pilar fundamental de su cosmovisión, por eso es importante mencionar que Jalisco es el Te’akata, el centro del universo de la cultura huichol.
Su territorio cuenta con la mayor población wixárika y las cuatro principales comunidades de este pueblo originario. Asimismo, el territorio huichol se organiza en torno a las cinco comunidades más importantes: Tuxpan de Bolaños, San Sebastián Teponahuastla, Santa Catarina Coexcomatitlán, San Andrés Cohamiata y Guadalupe Ocotán, las primeras cuatro se encuentran en Jalisco.
Aunado a ello, Puerto Vallarta ofrece una amplia oferta de arte huichol en muchas de sus numerosas galerías donde es posible encontrar hermosas piezas elaboradas con chaquira, estambre, madera y algunos otros materiales, que además de su hermosa apariencia, representan aspectos profundos de la cosmovisión de la principal etnia de Jalisco.